El filósofo Byung-Chul Han, en su libro NO-COSAS, habla de que hoy en día estamos en la transición de la era de las Cosas a la era de las No-Cosas. Que no son las cosas, sino la información, lo que determina el mundo en que vivimos. Para los que estamos en marketing, comunicación, innovación digital o tecnología, no es un ensayo recomendable de leer porque retrata nuestra contribución a un mundo cada vez más empobrecido, miope y precipitado en el que la infomanía, que nos convierte a todos en una especie de cazadores de información, nos aleja de cualquier práctica que requiera una observación atenta y detenida.
Así, en nuestro día a día, llenamos de más y más, y aún más, contenidos, mensajes, experiencias efímeras, porque al fin y al cabo es en lo que nos hemos convertido prácticamente todos, en consumidores de experiencias que viajan en el tiempo a la velocidad de luz. Y en medio de ese ruido, de esa confusión, es relativamente fácil colocar mensajes que no tienen por qué ser veraces, pero sí suenan bien, se envuelven mejor y se deglutan fácilmente. El “finge hasta que lo consigas” de Silicon Valley se ha globalizado en una especie de “habla -infoxica- hasta que aturdas” que hemos adquirido como mantra todas las empresas del mundo.
Cómo entendemos el Metaverso
Esta reflexión viene al hilo de que el pasado jueves, nuestra agencia MIG PRISMA estaba invitada como conferenciante a dos grandes foros de sendas grandes industrias. Por un lado, participamos en el MCSA, un relevante encuentro de Marketing y comunicación para el sector asegurador organizado por INESE y, por otro, en el SMART-PROP 2022, foro de innovación y tecnología en el sector real estate, organizado por el grupo editorial CESINE. El motivo de nuestra participación era hablar de Metaverso y exponer a los asistentes nuestra manera de entender esta realidad que se abre paso en las preocupaciones de los equipos de marketing, comunicación y tecnología, y por supuesto, a la alta dirección, basándolo en la experiencia acumulada estos años en la puesta en marcha de diferentes proyectos.
De Metaverso hoy hablan casi todos los jugadores de nuestra industria. Y resulta sorprendente el grado de adhesión que existe a la idea de futuro tan fascinante que han colocado en nuestra cabeza las grandes tecnológicas y consultoras, pero la escasa aproximación que, en general, se hace a la realidad actual y a las etapas inmediatas. En ese mar de palabras y conceptos que revolotean alrededor de Metaverso y todas las tecnologías emergentes que convergerán en estos mundos virtuales radicalmente inmersivos, se abre una inmensa oportunidad para hablar mucho y no concretar nada. Todas ellos siguen alentando el hype inicial y casi ninguno analiza en profundidad las expectativas reales para conseguir conectar con una audiencia poco familiarizada con estos entornos inmersivos salvo que seas un apasionado del gaming. Y la razón es porque realmente no lo han experimentado, no puede ser de otra manera porque si no es incomprensible un mensaje global tan poco fiel a la realidad.
En nuestra compañía llevamos trabajando Metaverso desde hace tres años, pero no nos dedicamos a hablar constantemente de lo que a 4, 5 o 10 años, da igual, será una realidad en la que todos estaremos, bien entrando frecuentemente o viviendo profundamente en él. Eso es muy fácil de prever. El reto es cómo ayudar a las marcas a trazar una hoja de ruta estratégica que guíe las diferentes etapas evolutivas de este entorno, garantizando que se dan los pasos correctos y obteniendo el ROI adecuado en cada estación. Eso es lo que hemos querido hacer, y esperamos haber hecho en estas ponencias. No generar más ruido y sí inocular ideas basadas en la reflexión y la experiencia para que los asistentes puedan decidir qué hacer hoy en el Metaverso conectándolo a lo que podrán hacer mañana.
Y si has llegado hasta aquí, querrás saber que proponemos hacer en el HOY más inmediato. Explora a muy bajo coste, diseña una experiencia basada únicamente en el entrenamiento, interpreta este entorno como un contenido o experiencia más en el funnel, pero no como un canal en sí mismo. Y no te frustres. Si te frustras es que lo has hecho mal o te aturdió el ruido de los que te llevaron a hacer lo que hiciste. Puedes obtener un fantástico retorno, un enorme aprendizaje y múltiples certezas para la siguiente etapa si atiendes todo lo anterior. Observa y detente. Y si no, nos preguntas; estaremos encantados de conversar… sin ruido.