Nunca vamos a concursos, ni invertimos grandes sumas en autobombo, hablamos cuando nos preguntan, de lejos podemos parecer serios para lo que se estila en la industria, pero en MIG Prisma nada nos gusta más que trabajar en hacer bien nuestro trabajo, lo que parece una redundancia innecesaria, pero no lo es. Y cuando trabajas duro y bien, las creaciones se elevan por encima de los propios objetivos iniciales, el presupuesto, los recursos disponibles o todo a la vez. Y esto es, precisamente, lo que ocurrió con la campaña que nos encargó Oleoestepa.
Nos pidieron contar la marca de otra manera aprovechando el rediseño del packaging de sus principales productos. Y decidimos sumergirnos en representar el universo de vida e historia que había tras el nuevo envase y utilizar como base del relato de campaña la música. El amor por la tierra, la sostenibilidad como valor intrínseco, el apoyo a la economía local, el respeto por las raíces y el origen, la defensa de su gastronomía, la familia como epicentro de vida, el compromiso por hacer las cosas bien… Muchos atributos de marca que debíamos sintetizar en nuestra campaña para TV, digital, print y punto de venta.
Pensamos que en un producto que se ve, se saborea, se palpa, “lo más natural” era que la publicidad también llegara a través de otro de los sentidos: el oído. Y conseguimos que la campaña se convirtiera no solo en una acción eficaz en términos de retorno, sino en algo mucho más grande: una conexión cómplice entre la marca, los consumidores y la propia estructura del sector.
Lo más natural ha llegado a 24 millones de personas con un presupuesto propio de una campaña local. Ha trascendido a la publicidad para convertirse en la banda sonora de una forma de vida profundamente ligada a las raíces de una tierra con sabor propio, en la que miles de personas trabajan de amanecer a crepúsculo por crear un producto único.
Estos proyectos te reconcilian con aquello que nos llevó a elegir esta profesión y a la que Sabina dedicó una de sus mejores canciones…
De sobra sabes que eres la primera
Que no miento, si juro que daría
Por ti la vida entera
Por ti la vida entera
Y sin embargo, un rato cada día
Ya ves
Te engañaría con cualquiera
Te cambiaría por cualquiera
PD. Vale, no es cierto. Sabina pasa de la publicidad como del agua baja en sodio, pero teníamos que cerrar este post endogámico con algo musical que representara todo lo que vivimos aquellas y aquellos que sentimos que esta profesión nos eligió para hacer, mejor o peor, algo que es maravilloso en sí mismo.